Fatima (ra), la única de los siete hijos del Profeta (sws) que sobrevivió después de su muerte y que partió al Más Allá seis meses después de su muerte, tenía un lugar especial en el corazón del Profeta Muhammad (sws).
Cada vez que ella entraba él siempre la recibía de pie:
-“Bienvenida hija mía” decía y la besaba en la cabeza,
le sostenía las manos y la hacía sentarse a su lado.
Fatima (ra) trataba a su padre de la misma manera.
Así expresaba su amor por su hija:
-“Fatima es una parte de mi, quién la mortifique me está mortificando a mí.”
Una sociedad compuesta de personas que mataban a sus hijas con sus propias manos, cinco o diez años antes, los observaba comprendiendo cuan digno es una hija en realidad.
Ali (ra) y Fatima (ra) se acababan de casar y el Profeta Muhammad (sws) poniendo a ambos frente a él, dijo: -“OH, Ali, te estoy dando a mi hija como esposa, pero nunca olvides que tú eres el sirviente de ella."
(fuente: Libro EL PROFETA MUHAMMAD (saws) COMO PERSONA, Llegar a Conocerlo, a Amarlo)
Cada vez que ella entraba él siempre la recibía de pie:
-“Bienvenida hija mía” decía y la besaba en la cabeza,
le sostenía las manos y la hacía sentarse a su lado.
Fatima (ra) trataba a su padre de la misma manera.
Así expresaba su amor por su hija:
-“Fatima es una parte de mi, quién la mortifique me está mortificando a mí.”
Una sociedad compuesta de personas que mataban a sus hijas con sus propias manos, cinco o diez años antes, los observaba comprendiendo cuan digno es una hija en realidad.
Ali (ra) y Fatima (ra) se acababan de casar y el Profeta Muhammad (sws) poniendo a ambos frente a él, dijo: -“OH, Ali, te estoy dando a mi hija como esposa, pero nunca olvides que tú eres el sirviente de ella."
(fuente: Libro EL PROFETA MUHAMMAD (saws) COMO PERSONA, Llegar a Conocerlo, a Amarlo)